En el minuto 60 los 300 que fuimos a Baza nos encontrábamos atenazados, los cánticos no surgían efecto y las fuerzas se estaban diluyendo... Este que está aquí pensó que no podía ser, que me iba a reventar la cabeza, pero que en cojones no nos iban a ganar. Y siento decirlo, pero así fue. Comenzamos a animar como si ganásemos 0-4 y por arte de magia apareció el 2-1. A veces una chispa enciende un fuego, pero no íbamos a arder hasta apagarnos, ardimos como el más siniestro de los incendios que asoló Galicia hace tan poco tiempo. Ardimos hasta arrasar. Todos botábamos, gritábamos, chillábamos, mientras los goles iban cayendo
La tarde comenzó cuando me incorporé en Guadix a la expedición Emeritense formada por 4 autobuses de auténticas bestias de bellota. Lo de Gladiador se me queda corto para una gente tan entregada. El tembleque de piernas y el sudor frío de mi espalda fué desapareciendo con los minutos. Después de saludar a muchos de mis amigos, nos montamos en los autobuses y nos dirigimos hacia el hotel de concentración del MÉRIDA U.D. Con cánticos queríamos recibir a los jugadores, pero los primeros en salir eran los que, en ese mismo hotel, estaban celebrando comuniones. Fué gracioso por tan fuera de contexto. Al poco apareció Pepe Fouto, y minutos después la plantilla del Mérida. Los jugadores estaban absortos, concentrados, ensimismados... había de todo. Incluso Luciano se dirigía, equivocadamente, a uno de nuestros autocares en vez de al del equipo. Sin duda era él quien más frío estaba. Cuando volvimos a meternos en nuestros autobuses, no pude más que mantenerme en silencio; me había dado cuenta de que mi garganta se resentía y aún no había comenzado el partido. Menos mal que Legiones iba provista de "productos lácteos y derivados del petróleo", algún traguito para afinar y al campo del Baza (previo cacheo inoportuno de todos y cada uno de nosotros. Digo lo de inoportuno porque a la afición del Baza no se le hizo lo mismo. Quién sabe si ellos también pudieran llevar algo que lanzarnos después...).
El Baza había previsto todo; abundante riego del cesped para que el balón esté super-rápido, la megafonía a todo trapo parta que no se nos escuchara, al menos durante el calentamiento, y abundante ruido de trompetas para joder nuestros cánticos. Comenzó el partido y de eso no voy a comentar nada, cada uno pudo verlo con sus propios ojos. Sólo
Finaliza el partido y ni si quiera recuerdo alguno de los goles. El éxtasis me trastorna y si me llama la atención alguna lágrima que se me pudo escapar, cuando veo a mis amigos llorando a moco tendido una envidia sana recorre todo mi cuerpo y abrazo a uno por uno.Fouto nos saluda, los jugadores nos reverencian, devolvemos ambas cosas y más abrazos, y más besos, y más cánticos. Salimos fuera del estadio y saludamos a los jugadores. Grande, qué digo grande, enorme su profesionalidad, su cariño hacia nosotros, sus guiños y su entrega. Juli saluda entre gritos de Capitán, Capitán!!, Mansilla baila nosequé a petición de quienes si saben lo que era, Luciano nos saluda desde el vestuario, Cuevas con nuestras bandera de Legiones no hace más que ondearla... Y finalmente se nos acercan y nos abrazamos.... Grandes!.
Crónica realizada por Luismi.