sábado, 17 de mayo de 2008

Mérida UD 1 - Águilas CF 0



El partido comenzaba a las ocho de la tarde-noche y ya habiamos quedado la gente del grupo a las dos del mediodia para comer y beber juntos en una barra que pusieron al lado del campo con dos barriles de cerveza gratis. Una vez terminada la cerveza y con más de tres horas por delante para el partido nos dirigimos todos a nuestro bar para seguir con la fiesta. Las horas iban pasando y ya se empezaban a notar los efectos del vicio entre el personal entre canticos tipicos de estos momentos, con canciones nuevas inventadas para la ocasión.

Bueno, pues entramos al campo y se hace un recibimiento medio decente al equipo con manibanderas y estandartes. Decir que rondariamos el centenar de personas en nuestra grada, siendo el partido de más asistencia de la temporada. La primera parte transcurre entre nervios y canticos cortos seguidos fuertemente solo en un par de ocasiones, con una expulsion de un jugador del Mérida. La apoteosis empieza alrededor del minuto 10 de la segunda parte, justo despues de una ocasión de gol del Mérida que nos quito los nervios al momento, inmediatamente todo el grupo arrancó a gritar y a apretar como cabrones, entrando en extasis, en un circulo vicioso de animación, contagiandonos los unos a los otros, apretando los dientes y soltando toda la adrenalina acumulada tras una larga hora de nervios acumulados.

Asi transcurren 30 minutos apoteosicos como no se recordaban, con todo el estadio enchufadisimo, con una complicidad entre el equipo y la afición grandisima, los unos animabamos a los otros y viceversa. Trascurren minuto a minuto de presión sobre la defensa del Aguilas, sudediendose una ocasión tras otra, y el gol, eso gol que no llega. El cuarto arbitro saca la tablilla, 3 minutos, un mundo, a cada minuto de la prolongación una ocasión, el grupo que sigue a piñon, el estadio entero de pie, todo el mundo sabe que el Granada ha ganado y que el empate medio nos echa de la liguilla y de repente, en el tercer minuto de la prolongación, EL GOL DE LUCIANO.

No se puede espresar con palabras lo que sudecio en ese momento, gente invadiendo el campo, otros cayendose de las vallas de arriba, la mitad de la gente llorando a moco tendido, la gente vuelve a la grada, se saca el balon del centro del campo y termina el partido. Nueva invasión de campo, algunos jugadores son sacados literalmente a hombros, los jugadores del Águilas y el arbitro que se retira del campo corriendo ante lo que se les podia avecinar, y la gente que sigue animando mientras se retira el equipo a vestuarios. Tras 30 minutos animando al equipo a que volviera a salir al campo, algunos jugadores ya duchados y cambiados se acercan al centro del campo a saludar a los poco mas de 40 legionarios que seguiamos todavia con ganas de juerga.

Solo nos queda un partido trascendental en Baza para cumplir el sueño de la fase de ascenso a 2ª y dependemos de nosotros mismos. ¡¡FUERZA MÉRIDA, FUERZA LEGIONES!!